Juego y Aprendizaje
Las posibilidades de aprendizaje en los entornos en los que vivimos son enormes pero hace falta visualizarlas y tomar conciencia de ellas.
Muchas veces consideramos «aprendizaje» solamente aquel que tiene un carácter académico sin embargo, llegamos a la escuela habiendo aprendido infinidad de cosas y seguimos haciéndolo durante toda la vida, sin darle el valor real que tiene.
Nacemos con pasión por conocer todo lo que nos rodea y orientados hacia nuestra autonomía progresiva. Es en lo cotidiano donde una persona se despliega como ser humano. Cuidar de los contextos cotidianos es cuidar de las personas.
Las condiciones de las que hablamos en Educación Creadora cuando nos referimos a los talleres de Expresión son unas condiciones que posibilitan el juego que tiene lugar en los talleres y a la vez trascienden sus muros. Constituyen unos parámetros para reflexionar y transformar los espacios y las relaciones, en entornos dedicados al aprendizaje y en entornos y contextos de todo tipo.
Hace años decíamos que vivíamos en un mundo cambiante en el que los conocimientos estancos iban perdiendo sentido y nos parecía importante el desarrollo de la capacidad creadora, con la que todas las personas nacemos. ¡Nos hemos quedado cortos!. La acumulación de conocimientos no sirve, ahora ya es urgente tener capacidad de adaptarnos al cambio y eso solo es posible si crecemos, aprendemos y acompañamos, de forma creadora.
PRÓXIMAS FECHAS EN BILBAO
A partir del 3 de noviembre
En esta formación ponemos el foco en la parte del juego que se refiere al aprendizaje, para ello es importante:
- Reconocer las oportunidades de crecimiento que ofrece la vida cotidiana.
- Conocer cómo son y cómo evolucionan los procesos de aprendizaje, para poder cuidar de ellos.
- Aprender a ofrecer la asistencia y el acompañamiento necesario para conquistar el mundo con seguridad.
- Poner en valor los recursos y la “red humana” con la que contamos para que todo lo anterior sea posible.
- Desarrollar una profunda actitud de escucha, respeto y confianza en las capacidades de las personas.
Siempre ponemos y pondremos mucho énfasis en la actitud de la persona que acompaña porque el «material» principal con el que cuenta la persona que aprende es el «material humano»: la relación.